El martes, el nuevo papá de Twitter, Elon Musk , prometió acabar con el proceso de verificación de la plataforma. Lo llamó un «sistema de señores y campesinos» y prometió democratizar el sistema poniéndolo a disposición de cualquiera por 8 dólares al mes.
A cambio esos usuarios obtendrían una insignia de verificación, más prioridad en sus tweets en respuestas, menciones y búsquedas, y verían «la mitad de anuncios».
El problema es que la verificación no estaba destinada a ser algo para todos. Estaba destinado a eliminar a las cuentas falsas y los Trolls, decirle quién en Twitter era una figura pública real y ayudarte a decidir en quién confiar.
Desde su creación en el año 2009, el sistema de verificación también se ha convertido en una forma de gestionar la desinformación. Ahora este icono todo lo que te dirá es que alguien tiene 96 dólares anuales para gastar en caso de que vivas en EE.UU en otros paises esta cantidad puede variar.
¿Cómo pasamos de la pequeña marca azul a la crisis de las redes sociales?
La codiciada marca de verificación azul que hasta ahora era sinónimo de influencia y estatus tuvo un origen en 2009, cuando celebridades y organizaciones comenzaron a quejarse de cuentas de imitadores que se hacían pasar por ellos.
Debido a estas quejas fue entonces cuando el cofundador de Twitter, Biz Stone, anunció la versión beta de la verificación de Twitter para «funcionarios públicos, administraciones publicas, artistas famosos, atletas y otras personas conocidas con riesgo de suplantación de identidad», dijo en un comunicado. Y así nació la marca de verificación azul.
¿Por qué todo el mundo habla de su estado de verificación?
Desde su implantación, la cuenta de Twitter verificada ha sido un tema muy controvertido. En 2016, Twitter abrió el proceso de verificación para que cualquiera pueda presentar una solicitud. Esto desbloqueo un nuevo nivel de discordia en Twitter.
Por un lado, la marca de verificación azul se convirtió cada vez más en un símbolo de estatus de afirmación del ego que separaba a los que tenían de los que no tenían. La plataforma, fue criticada por ser clasista y promover la idea de que las cuentas verificadas eran más importantes que las cuentas no verificadas.
Pero también intensificó la polarización política en la plataforma. Partidos conservadores acusaron a Twitter de colaborar con los partidos de izquierda y de priorizar las cuentas liberales verificadas mientras rechazaban o eliminaban la verificación de las cuentas de partidos de derechas o conservadores.
En 2017, Twitter decidió pausar por un tiempo su proceso de verificación, para recuperarlo en el año 2020, esta vez con una política de verificación más clara.
Pero el daño ya estaba hecho. Esto nos lleva al día de hoy, donde Musk quiere eliminar el » sistema actual de señores y campesinos de Twitter » y cobrar a todo el mundo que quiera tener esa insignia azul a lado de su nombre.
¿Qué utilidad tiene una marca de verificación azul?
La verificación se introdujo para disminuir el «riesgo de suplantación de identidad » para «personas famosas, conocidas, influencers, etc..» y funciona como se describe.
¿El sistema funciona bien? No. A veces, las cuentas verificadas difunden información errónea o promocionan mensajes de odio, y muchos de los usuarios que tienen la verificación ni son conocidos, ni periodistas ni apenas llegan a tener un gran volumen de seguidores, pero bueno dentro de lo malo algo ayuda estar verificado para un perfil determinado de usuario.
Entonces, ¿Debería de pagar por verificarme?
Probablemente no porque pagar por la verificación hace que un icono azul no valga nada. Es economía simple; el valor reside en la escasez. Si el icono azul puede conseguirlo cualquier persona que esté dispuesto a pagar 7,99 dólares mensuales, pierde su poder y tu pierdes autoridad.
Al final esto de pagar no es más que una estrategia de Musk para que le ayudes a recuperar poco a poco los 44 mil millones de dólares que desembolsó por hacerse con Twitter.